Diferencia entre las placas fotovoltaicas y térmicas
Entre las energías renovables hay muchos recursos sostenibles que se pueden utilizar uno de ellos es el recurso solar, es decir la energía que se extrae del sol. De nuestra estrella salen dos ramas de energías renovables, una es la energía solar térmica y la otra la energía solar fotovoltaica.
Ambas energías tienen varias similitudes como son que ambas extraen la energía del sol, y ambas extraen esta energía mediante unas placas que normalmente suelen estar en el tejado de las edificaciones o viviendas, siempre y cuando no sean centrales energéticas.
Es por ello que de estas dos ramas energéticas solares nacen las placas solares fotovoltaicas, relativa a la energía solar fotovoltaica y las placas solares térmicas, relativas a la energía solar térmica.
Qué es la energía solar térmica
La energía solar térmica o energía termosolar es la que aprovecha la energía del sol para producir calor. Esta energía puede ser útil para la producción de agua sanitaria, calentar el agua de las piscinas o la calefacción por suelo radiante.
También puede utilizarse para alimentar una máquina de refrigeración por absorción, que gracias a la absorción de calor se puede acondicionar el aire de los locales, en lugar de utilizar la electricidad para producir frío. Y por último también puede tener aplicaciones industriales.
La energía solar térmica utiliza la energía del sol para calentar un fluido caloportador, gracias a este fluido que se transporta por todo el sistema de tuberías, se pueden hacer todas las aplicaciones térmicas previamente mencionadas.
Los sistemas de energía solar térmica han de tener varias partes, los primeros son los captadores de energía solar (placas solares térmicas) que se encargan de captar la energía solar. Luego están los subsistemas de intercambio y acumulación, uno o varios depósitos acumuladores de energía. Por último están los subsistemas de energía convencional auxiliar.
Todos estos componentes hacen que una instalación de energía solar térmica funcione correctamente. En resumen, esta funcionaría captando la energía solar que se transforma en energía térmica, que a su vez aumenta la temperatura del fluido caloportador, este fluido cede la energía térmica al agua que se consume mediante un intercambiador de calor.
Qué es la energía solar fotovoltaica
La energía solar fotovoltaica es la energía que aprovecha la energía del sol para producir electricidad. Sus aplicaciones son las mismas que puede tener cualquier otra fuente de energía, ya que produce electricidad, es decir, todo aparato que funcione con electricidad puede ser alimentado con la energía solar fotovoltaica.
Esta energía solar fotovoltaica funciona mediante un sistema fotovoltaico (placas solares fotovoltaicas). Esta es una instalación que produce electricidad utilizando módulos fotovoltaicos, los paneles solares cuentan con células fotovoltaicas de unos 10 cm de grosor, que son capaces de transformar la radiación solar directamente en electricidad o energía eléctrica. Los paneles solares fotovoltaicos gracias a las células fotovoltaicas pueden producir electricidad, ya que al recibir la luz de forma directa, se ionizan y liberan electrones que al interactuar entre si generan corriente eléctrica, y de ahí surge la electricidad gracias a la luz del sol.
En resumen la energía solar fotovoltaica funciona captando la energía solar captando la radiación solar con las placas solares fotovoltaicas y con sus células fotovoltaicas transforman la radiación solar en electricidad, después de ello esta electricidad se lleva al sistema de corriente eléctrica de la edificación o vivienda y ya se puede hacer un uso de la electricidad como todos conocemos, en el caso de que se produzca más energía de la que se consume esta se puede almacenar con unas baterías especiales.
Diferencias entre las dos energías solares
Las diferencias entre estos dos tipos de energías solares son más de las que pueden parecer, ya que a priori las únicas similitudes que tienen es que ambas extraen la energía del sol mediante placas solares.
Estas energías tienen más diferencias que similitudes, la primera y más evidente es que los paneles fotovoltaicas utilizan la radiación solar para producir electricidad, en cambio los paneles térmicos la utilizan para producir energía térmica. En cuanto a la utilidad, los paneles solares fotovoltaicos son más utilizados que los térmicos ya que los fotovoltaicos representan un abaratamiento en el coste de la factura de la luz y puede ser utilizado en zonas aisladas de la red eléctrica, en cambio los paneles térmicos solo pueden aportar energía térmica para alimentar los sistemas climatización y calefacción.
En cuanto a la vida útil de los dos paneles también hay diferencias, los paneles solares térmicos suelen tener una vida útil de alrededor de 10 años, mientras que los paneles solares fotovoltaicos suelen tener una vida útil de alrededor de 20 años, lo que supone el doble de tiempo respecto a los térmicos. Si es cierto que los paneles solares térmicos suelen hacer un aprovechamiento de la energía más eficiente, al final todo tiene que responder a las necesidades de uso que se busquen.
En cuanto a la instalación, las placas solares térmicas salen ganando, ya que tienen una instalación menos costosa en cuanto a dinero y dificultad con respecto a los paneles solares fotovoltaicos. En cuanto al precio las placas solares térmicas son más baratas que las placas solares fotovoltaicas.
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Con toda esta información ya puedes saber cómo funcionan estas dos energías solares y cuáles son sus ventajas e inconvenientes, una de las ventajas que no hemos mencionado es que las dos son energías renovables sostenibles que no dejan huella de carbono y son inagotables, no dudes en instalarte alguno de estos sistemas por el medio ambiente y por tu bolsillo.
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